EL ALGARVE
Con los miedos encima de la mesa, reconocidos y hablados,

empezamos el viaje…
Tu llevando el rumbo y yo mapa en mano,
las nubes grises nos acompañan y el camino se abre hasta Sagres,
pueblo desértico y extraño en su energía
risas de decepción, pero con bonita habitación amarilla.
Pescados con espinas frescos y congelados
quizás como nuestros corazones…
El aire con fuerza aleja nuestros temores

y nos dejamos acariciar por la arena clara,
el sol bronceador y las aguas heladas…
El atardecer no termina de fundirse
aunque nuestras miradas en las fotos hablan de disfrute…
Lagos nos da otro respirar

y entre sus aguas nos adentramos en cuevas
sorprendiéndonos la maravillosa naturaleza….
Silencios y charlas de recuerdos nos acompañan
repaso de amores vividos se pasean con nosotras…
Risas inesperadas y contagiosas
y un imán me recuerda que no hay final…
Tavira suena a música de piano en iglesias cerradas
y un tuc tuc nos recorre la pequeña ciudad,

enseñándonos puertas cerradas con manos que tocar
y azulejos antiguos en sus fachadas.
Ya se cuál es el misterio de Sagres…
el tiempo se para y el ritmo de la vida
es lento y pausado
como si ya estuviera todo echo
pero donde acaba el fin del mundo
empieza un nuevo amanecer…

donde se esconde el sol en el mar
la luna viene a acunarte…
Gracias amiga, compañera y mujer
por ser, estar y compartir.
Esto es el fin de un principio
que nos regala la vida
de un camino por andar.
Mayo del 2.017